Por fin mundialistas

Año diferente. 2007. Cuatro números que encierran hasta el momento acontecimientos inolvidables. Extradición, terremoto, fútbol y tenis. Pero de lo que hablaré será de las dos últimas palabras. Dos deportes diferentes pero iguales en sentimiento, claro para quien guste de ambas disciplinas.

Los Jotitas nos devolvieron las esperanzas y nos dieron una prueba que a pesar de las adversidades es bueno confiar en nosotros mismos, ellos lo hicieron. Quizás no consiguieron lo mucho que esperaban, pero, y no se trata de conformismos, obtuvieron lo que estuvo al alcance de sus manos.

En cambio, en lo que respecta al tenis, nuestros jugadores demostraron cada año la calidad de deportistas que eran. Luis Horna y «El chino» Miranda (no hace honor al sobrenombre) han disputado muchos torneos, pero el que les ha traido más alegrías es haber logrado la clasificación a la Serie Mundial dde Tenis. Ellos cumplían sus sueños y los sueños de muchos peruanos que seguíamos y esperábamos que algún día sucediera.

Los primeros (los jotitas) aún jóvenes e inexpertos tienen mucho que recorrer. Derrotas, victorias y empates son las tres posibilidades en el fútbol. En cambio, en el tenis se gana o se pierde y esta vez nos tocó triunfar. 4 – 1 Perú vs Bielorrusia.

Si hablamos de talento en ambos deportes sabemos que no nos quedamos atrás, quizás vendrán otros que serán mejores… ¡tal vez! nadie lo discute, por eso lo único que se tiene que hacer es trabajar.

Tanto los Jotitas, Horna y Miranda han dejado un precedente. Una huella en la historia del deporte peruano. Nuevos jóvenes, nuevos talentos miraran con otros ojos el fútbol, el tenis y también gracias a otros dignos representantes de cada una de las distintas disciplinas que conforman nuestro deporte, se sumarán al surf, al voley, a la natación, al karate y a otros más.

No hay que dejar de mencionar a los grandes responsables de los logros, porque no solo el jugador es aquel gestor de su propios logros, sino va de la mano con los entrenadores. Aquellas personas más experimentadas, que le ponen la cuota de tranquilidad y cabeza fría a los enfrentamientos, uno de ellos fue Juan José Oré. La disciplina y ejemplo fueron sus mejores armas para a sus pupilos.

Y en el caso del tenis. Quien creyó en ellos fue Jaime Izaga. Un ex gran tenista. ¿Quién no lo ha visto jugar? Particularmente en una oportunidad, por el año 94 me tocó verlo jugar y ganar al número uno del mundo, Peter Sampras, en uno de sus mejores partidos en el US Open. Aunque han pasado 13 años, es un recuerdo imborrable.

Quizás este año será un número cabalístico. Tal vez. O simplemente coincidencia. Tal vez. Habrá que esperar que nos depara el futuro de ahora en adelante. Solo deseo que sea bueno, incluso excelente.

Ellas también…

Todo cabe indicar que este año es de mundiales. Y el voley, un deporte que sufre grandes problemas no pudo quedarse atrás. Desde el 26 al 30 de setiembre ellas también nos dieron una alegría… clasificar a la Copa del Mundo de dicho deporte que se jugará en noviembre en Japón.

Gracias al XXVII Campeonato Sudamericano de Voleibol Femenino que se disputa en Chile, nuestras matadoras demostraron y hoy (domingo 30 de setiembre) también demostrarán (jugarán ante Brasil, para ver quien queda primero) que seguimos siendo favoritas en Sudamérica y que por el momento, no hay un segundo mejor, ya que Brasil si es potencia mundial.

Leyla Chihán, Patricia Soto, Luren Baylón, Mirtha Uribe, Julissa Zamudio y Verónica Contreras conforman ese valiente y aguerrido equipo peruano que no le teme a nada ni a nadie y que sale con todo a la cancha, disputando cada punto y dando miedo con cada ataque.

Un equipo que demuestra que aún hay esperanzas de hacer resurgir este deporte y colmar de nuevo las esperanzas del país.

Solo queda, así como otros deportes que se practican en el Perú, apoyar, brindar, ayudar, ofrecer a todos nuestros deportistas. No solo aquellos reconocidos de forma mediática, sino aquellos que se encuentran escondidos y con la ilusión de algún día representar al país. Hay tantos deportes pero tan poca ayuda…

La última despedida

Con solo mirar tus ojos y besar tus labios todo vuelve a cero. Con solo recordar los buenos momentos, la ilusión vuelve a inundar mis pensamientos. Con solo saber que no te tengo, prefiero olvidarme de ti.

Siempre se dice que las cosas pasan por algo, pero siempre he escuchado que es mejor decir, que las cosas suceden para algo.

Estuve mucho tiempo enamorada de alguien muy especial para mí y creo que aún lo sigo estando.

Solo pienso en él y solo pienso en algún día las cosas vuelvan a ser como antes. Pero esas esperanzas, conforme pasa el tiempo, se vuelven simplemente fantasías.

En esta oportunidad el amor no pudo vencer los obstáculos que el mismo hombre puso en el camino. Un camino lleno de omisiones que en realidad son mentiras, mentiras disfrazadas.

Son tres años de idas y venidas, de buenos momentos y malos momentos, de llamadas y de escritos por correo, de sonrisas y de llanto, de recordar que a pesar del tiempo y de las cosas aún nos seguimos amando con la misma intensidad que cuando nos dimos el primer beso y el primer abrazo como enamorados. Recuerdos que ahora son más lejanos, más distantes y menos reales.

Esta última gran despedida es la más triste que me ha tocado vivir, porque no solo me di cuenta de lo mucho que lo amo, sino que me era muy difícil aceptar que ya nada tiene solución. Esta vez la decisión está tomada y no hay vuelta atrás, solo es dar vuelta a la página y cerrar el libro de esta historia de amor. Él no lo sabe porque no se lo he dicho personalmente, pero intuye que las decisiones que yo tomo son las mejores para ambos.

Sabe que no lo deseo nada malo, mas aún si sé que es una buena persona y que tiene tantas ganas como yo de salir adelante. Ya que también le agradezco los buenos momentos que disfrute a su lado, porque no solo fuimos enamorados sino muy grandes amigos.

No es fácil pero tampoco se acaba el mundo ante un desamor. No estoy en la búsqueda de un nuevo amor, pero tampoco le cierro las puertas. Solo sé que las «omisiones» no están permitidas.

Siempre unidos

Este post no es para enumerar a cada uno de mis mejores amigos y amigas que los puedo contar con los dedos de la mano (bueno las dos manos), sino para decirles y agradecerles por la gran amistad que me ofrecen y que espero yo corresponder.

Uno hace amigos a través del tiempo. Uno comienza en el nido o jardín, de ahí viene la primaria y después la secundaria. Cuando no sabes que estudiar o que hacer una opción puede ser entrar a una academia (que fue mi caso), para después pasar a la universidad o instituto, siendo la primera lo que yo seguí, hasta llegar a un ambiente de trabajo.

Particularmente tengo mis mejores amigos y amigas del cole y de la academia, gracias a Dios tengo mejores amigas y mi mejor amigo en la universidad y el poco tiempo que trabajé, conocí a otros buenos amigos.

Considero a mis mejores amigos y amigas, a aquellas personas que están en las buenas y en las malas. En aquellas personas que ante algún consejo o petición de ayuda no reparan en pedírmela. A amigos que conocen mi casa, mis papas, a mi hermano y mi hermana, y donde la confianza se nota en el trato. Desde bromas hasta conversaciones serias.

Ellos son mis amigos y mis amigas. A quienes mis padres conocen y no dudan en dejarme ir a su casa o no ponen peros cuando ellas o ellos se quedan en la mía.

Ellas y ellos son quienes me soportan, me regañan, me escuchan, me orientan y me enseñan. Con ellas y ellos río, sonrió y me jaraneo, incluso no me escondo ni me averguenso llorar delante de ellos. Saben de mis penas, mis desamores, mis alegrías y mis decepciones. Y creo que conocen más de mí, al igual yo de ellos.

Quizás con cada una de ellas y de ellos comparto experiencias distintas y nuevas, con cada uno hay emociones particulares, las cuales no son ni mejores o peores, sino diferentes por eso los considero especiales.

He crecido compartiendo un poquito de mi vida con cada una de las personas que he conocido aún en mi corta edad (un cuarto de siglo). Pero las que sin duda quedan y quedarán marcadas en mi vida son aquellas amistades que duran para toda la vida.

Es por eso que agradezco a Dios ante todo por la amistad que tengo con cada uno de ellos y de ellas. Como dije al comienzo enumerar a cada uno sería injusto porque ya sabes que eres TÚ.

Simplemente maravilloso

Durante las semanas del 27 de agosto hasta el 9 de setiembre, las tardes y las noches se convirtieron para mí en simplemente espectaculares. El Abierto de los Estados Unidos (US Open) daba inició a la presentación de los mejores tenistas del mundo.

Uno de mis favoritos, es por el momento el número 1 en este deporte y aunque tuvo durante este año algunos tropiezos, como la ausencia de un entrenador y no haber ganado el torneo de Roland Garros, único evento que le falta para completar el Golden Slam (ganar los cuatro Grand Slam que se juegan durante el año) pudo sacar este torneo adelante.

Destreza, juego, habilidad, rapidez, inteligencia, fuerza y concentración son características básicas que lo definen tal como es. La unión de todas esas cualidades hacen de Roger Federer el hombre de la Victoria.

Muchos se cruzaron por su camino y aunque algunos le hicieron buenos partidos como Novak Djokovic, Nikolay Davydenko y Andy Roddick, a quienes les ganó por la misma cantidad de sets, la serenidad y la concentración resalta lo espectacular de su juego, y lo imponente que es él en la cancha.

A sus solo 26 años, ya lleva ganado en su carrera 529 partidos. En menos de diez años su juego se ha establecido como una de los mejores en el mundo. Ahora, con semblante maduro y con gran humildad ya es considerado uno de los grandes y puede ser comparado con tenistas que dejaron historia en este deporte, como: Michael Chang, Peter Sampras, André Agassi, Marcelo Ríos, entre otros.

Pero como sucede en todos los deportes… siempre aparecen nuevos valores, ya le tocó en la final del Abierto de Estados Unidos, cuando se enfrentó a Novak Djokovic de tan solo 20 años, quien ya se perfila como un nuevo baluarte del tenis. Así como ya lo es Rafael Nadal, David Ferrer, Andy Roddick, James Blake, Tommy Haas, Marat Safin, Tim Henman y los latinoamericanos Fernando Gonzalez, David Nalbandian y más.

Es un jugador como pocos. No hace bulla a la hora de jugar. No le gusta correr demasiado pero cuando lo hace llega a la pelota y la coloca en una posición difícil (a veces) de alcanzar. No reniega ante las equivocaciones de los árbitros, mas bien analiza y pide observar la jugada cuando él sabe y está seguro que tiene la razón. No está con cara larga sino concentrado. No se desespera cuando tiene el marcador en contra sino espera paciente hacer un tiro acertado para sentirse más seguro… y muchas veces lo logra. Y solo sonríe cuando sabe que ya es el campeón, es decir, cuando ya acabó el juego.

Ese es Roger Federer, el número 1 del mundo.

Las Olimpiadas no conocidas

Una de los temas que nunca se toca en deportes y no sé si es por falta de información o porque tal vez se piensa que no vende, es en destacar a aquellos deportistas que practican karate, gimnasio, atletismo, beisbol, tae kwon do u otros deportes. Aquellos atletas que sí nos traen grandes logros, pero que lamentablemente nadie conoce.

En el Perú, desde 1983 existe una institución que se encarga del entrenamiento deportivo y competición atlética durante todo el año a personas con habilidades distintas y especiales. Esa institución se llama Olimpiadas Especiales Perú (OEP) y gracias a ellos, nuestros atletas han podido representarnos internacionalmente en diversas disciplinas, que quizás mucho de nosotros creemos que son incapaces de realizar, pero no es así.

Los atletas que integran Olimpiadas son niños (a partir de los 8 años), jóvenes y adultos con discapacidad física y/o mental, o síndrome de down. Gracias a esta institución, los atletas pueden demostrar sus habilidades y destrezas no solo a nivel deportivo sino también, los ayuda a desarrollar su creatividad en actividades como las artes y el baile, la música y la pintura.

El espíritu que mantiene vivo este programa es cumplir con el objetivo primordial, y es que nuestros atletas sean aceptados y respetados por la sociedad sobre todo tratándolos como ciudadanos útiles y productivos.

Desde hace más de 20 años, los atletas peruanos nos han representado en muchas competiciones internacionales, trayendo al Perú más de 200 medallas -entre oro, plata y bronce-. En el mundo, el movimiento de Olimpiadas Especiales se inició en 1968, en Chicago, Estados Unidos, donde se organizó los primeros Juegos Internacionales. Gracias a la Sra. Eunice Kennedy Shriver, las personas con discapacidad intelectual vieron un espacio donde podían desarrollar sus capacidades.

Como todo deportista, la vida de estos atletas transcurre ente clases en el colegio, entrenamientos, talleres y hasta incluso el trabajo. Porque de alguna manera, el programa OEP los mantiene siempre activos e intenta que la sociedad en que vivimos no los trate como personas débiles e incapaces, sino vea en ellos un ejemplo de tenacidad y esfuerzo, porque constantemente se enfrentan a dos peligros: la indiferencia y el desconocimiento.

Este año, 65 atletas nos representarán en los Juegos Mundiales de Shangai – China, que se llevarán a cabo la semana del 2 al 11 de octubre. Ellos competirán en las disciplinas de atletismo, natación, basquet, bochas, levantamiento de pesas, entre otros deportes.

Desde ya, un reconocimiento para nuestros valiosos atletas que de la mano con el programa Olimpiadas Especiales Perú y Wong pueden representar y dejar en alto el nombre de nuestro país y escuchar a viva vos… ¡Arriba Perú!